23 de enero de 2011

Viento del que no se ve

Día consecutivo. Más frío que ayer, más viento, más kms, concretamente 51 km, los suficientes para ver las ya avanzadas obras del desdoblamiento de la carretera que va de Colmenar a Soto.
Hoy más que nunca he hecho la ruta con dos cojones mas que con fuerza, sobre todo al final, ya fundido y asqueado. Con tanta ropa (todos los movimientos son difíciles), con este frío y viento pero haciendo sol, con el carril vacío, todo incomoda, no hay donde agarrarse, es escalar una pared lisa.
Si sobrevivo a los días más difíciles del año y además son los primeros, significa que ya nada puede detenerme. Pero la guardia jamás hay que bajarla. Si hay algo en lo que tengo algo de experiencia en esta vida, es en esto, y a pesar de ello, sigo aprendiendo.

22 de enero de 2011

2º Día

El segundo día es siempre malo. No hay la misma ilusión, duele el culo y no has mejorado nada ni acostumbrado a tu cuerpo para lo que le viene encima. Hacía viento y frío. La ruta es de las llamadas: Sin ganas pero con dos cojones. 45 kms mal contados.
En la sierra quedaba nieve, el cielo estaba despejado y yo resoplaba con dificultad. No tiene sentido ni explicación racional que a alguien le pueda gustar algo así en un día como hoy. Pero de eso se trata precisamente, del ciclismo.

20 de enero de 2011

Cumpliendo tradiciones

Todas las veces que he regresado tras un parón, el primer día, ya por tradición, hago 31 kms. Hasta Viveros Ortiz y vuelvo, esté como esté. En esta ocasión me encontraba bien, para algo más, pero calma, esta vez la vuelta es pausada (mentira y gorda, siempre digo lo mismo) No me hizo falta llevar guantes. Por encima de 10º nunca los llevo.
El viernes descanso para afrontar como nuevo el fin de semana.
Hoy es Sábado y hace frío. Solo la fe puede salvarme.

18 de enero de 2011

Una vez más

Según mis pobres cálculos, y ayudado por el calendario donde lo apunto todo, esta será la 5º vez que lo retomo.
Abril de 2006: Descubro la naturaleza, estalla frente a mí mientras empiezo a montar sobre una bici que podía volar. Enseguida conozco a gente, mucha gente, descubro ForoMTB y me lío para hacer la QH. A partir de ahí ya nada será igual. Mi relación con el ciclismo sería eterna, donde fuese, allí estaría.

Unos meses más tarde, atardeciendo, a una semana de la Perico, y volviendo ya a casa, me rompí la clavícula. Unos meses parado.
Volví, regresé con bici nueva, completé una temporada entera montando, la más intensa, dulce y maravillosa de mi vida ciclista, durante 2007 me hice ciclista. El trabajo me hizo parar. Estaba cansado, había que empezar a balancear el tiempo para poder hacer todo.
Regresé por 2º vez, esta vez con ganas de más, de todo, con un entrenador, Julio, que llevaría mis entrenamientos.

Me costó empezar, pero luego todo fueron satisfacciones, esfuerzo, belleza, potencia. Estaba pletórico de fuerzas, pero un día, en lo más alto de toda esa fuerza, bajando la Morcuera, un coche casi me mata. Un accidente que no fue grave pero que me alejó de la carretera un tiempo.

Con esfuerzo y lucha mental, volví para ir a los Alpes. Era la 3º vez. Después de los Alpes, el androide libre me atrapó durante diez meses, hasta que volví con toda la fe y el empeño del mundo de lo más profundo del desentreno. La 4º vez. En poco tiempo y con muchos kms y ambición conseguí un estado de forma genial. Todo parecía perfecto, pero un nuevo trabajo y una nueva vida me obligaron a retirarme otra vez, otra más. Y ahora, cinco meses después, en Enero de 2011 regreso por 5º vez, no se hasta cuando ni cómo. Solo se que la historia continúa

La historia de mis regresos

12 de julio de 2010

Nueva etapa

El Sábado 10 descansé, nos fuimos de viaje hasta el Barco de Ávila y paseamos por el pueblo tranquilamente. La noche fue muy mala, a las 4 de la mañana mi tripa rugía y pasé buena parte de la noche con diarrea. A las 7 me levanté con dudas y malestar, pero rabia. Desayuné y me prepararé. Fui a la salida a verlas venir. Estrenaba Powertap, un nuevo sistema para medir los watios y el esfuerzo. Desde que oí hablar de él hace más de tres años, quise uno, y ahora ya lo tengo.

Hasta el primer puerto el recorrido fue neutralizado, pero no fuimos precisamente tranquilos. En las primeras rampas de Peña Negra se lanzó la carrera, y fiel al Powertap, desde abajo mantuve 250 watt, lo que pasó es que al principio me pasaba mucha gente y a medida que iba ascendiendo, todos iban cayendo maduros. Un puerto precioso y duro, muy acorde a mis características (largo y tendido). Sin descenso, llegaban rampas salteadas y durísimas, carretera botosa y ritmo muy alto en grupeta. Puerto de Barajas, ya lo conocía y es muy cabrón pero se pasa rápido. La tripa se me empieza otra vez a revolver, noto que las fuerzas que perdí anoche en el baño, se están cobrando ahora. No hay descenso, sólo un terreno de repechos y ligera tendencia descendente con el viento en contra que tengo que hacer prácticamente sólo. Ese terreno es mi tumba. Llego al Barco de Ávila y decido no hacer el último puerto, el Tremendal, mucho calor, la noche mala y la tripa revuelta no son compañeros fiables. 104 kms y una buena decisión aunque me siento vencido, no venía a hacer la versión corta de la marcha, pero dada mi situación y ahora pensándolo en frío, hice bien.

Me bañé en el río al llegar, comimos y nos fuimos a Madrid. Vimos a España ser campeones del mundo anoche. Grité y me emocioné. Ahora estoy descansando y pensando en la siguiente fase. Mañana empezaré a generar energía en forma de watios y a encender luces. Mañana hay una nueva etapa, la de hoy se cierra como un frasco de memoria, y se guarda para siempre, para siempre.

9 de julio de 2010

Aterrizaje

63 kms suaves a primera hora de la mañana, con parada en Soto del Real para tomarme un café en la plaza, yo solo, tranquilo, apenas cinco minutos felices. Hoy mejor que ayer, que estaba algo espeso, pero hoy había que ir aterrizando, disminuyendo la intensidad, descomprimiendo la carga para llegar fresco pero no sin falta de ritmo al Domingo, donde volveré a correr (porque las Ciclomarchas te las puedes tomar de muchas formas, y esta en concreto, me apetece exprimirme)

El entrenamiento es saber combinar los días fuertes con los de paseo, los descansos, los estiramientos, nuevamente los descansos, escrupulosamente medidos y naturales. Saber disfrutar casi todos los días que salgas, hacer ganas, crear ambiciones, retos, paisajes mentales que te liberen de la vida normal.

La poesía viaja conmigo a ras de suelo, cerca de la lija del carril bici, se levanta en cada pedalada, se mueve a un lado y a otro, se me acerca al oído, si hay viento se aleja un poco. Cada vez que miro a las montañas respira un poco, descansa conmigo, a veces se duerme como un hijo en los brazos de un padre adolescente. Soy capaz de llorar por ella. Está esperando, haciéndose mayor. Aún quiere que viajemos un poco más, dice que le gusta mirar como viajamos.

8 de julio de 2010

2 Horas

El plan de hoy era hacer 70 kms o dos horas y media, tranquilas y con algunos tramos fuertes. Estaba con las piernas pesadas y el ambiente caluroso y húmedo. Sigo a ciegas, tanteando, no se si lo estoy haciendo bien y he tenido cierto miedo a forzar de cara al Domingo, teniendo en cuenta que mañana también salgo, otras dos horas, a descargar, como trampolín suave.

He subido San Pedro y he vuelto, 60 kms justos. He bebido mucha agua. Me he cruzado con la misma gente de siempre por la misma carretera de siempre, porque mi zona de entrenamiento es prácticamente una y para todos, al menos hasta Colmenar Viejo, sólo hay una dirección, hacia el Norte, luego tienes alternativas, pero muy pocas, es siempre lo mismo, pero no me canso, no me harto, me lo se de memoria, lo mido, lo calculo y nos miramos.

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